El Aceite de Unción de Nardo de 113 g captura el profundo simbolismo bíblico de adoración y alabanza que demostró María de Betania al ungir a Jesucristo con este excepcional y costoso aceite aromático. Este acto, registrado en Juan 12:3, resalta un corazón de amor incondicional, entrega e íntima devoción al Mesías. La fragancia de nardo llena el espacio con el aroma de la entrega total a la presencia de Dios, representando a la Esposa de Cristo, quien se ha preparado plenamente para la llegada del Esposo.

Este aceite de unción, cuidadosamente elaborado, sirve como un símbolo poderoso y un punto de contacto físico durante la oración y la adoración, recordando a los creyentes que el poder de Dios fluye a través de la fe y la obediencia, no del aceite mismo. La fragancia de nardo evoca la profunda conexión del creyente con el Espíritu Santo, inspirando una adoración valiosa y genuina.

Como se afirma bellamente en Cantares 1:12: «Mientras el rey se sienta a la mesa, mi nardo exhala su fragancia», este aceite de unción invita al adorador a una atmósfera de presencia divina y preparación espiritual. El tamaño de 113 g es perfecto para la devoción personal, reuniones de oración o reuniones especiales de adoración.